lunes, 28 de marzo de 2011

Las letras de mis manos, que siempre escriben de él.

Siempre amé los libros antiguos, tal vez por eso me enamoré de él. Sus páginas tienen historia y en sus venas corre tinta.

Yo siempre fui una hoja en blanco y él un corazón lleno de letras.

Hice de esas letras la religión de mis manos y entonces mis manos supieron de debilidades más que yo.

Y ahora al paso de los días, lo extraño con la precisión gramática de una enamorada que se ha quedado sin letras, a quien le han vaciado el corazón.

sábado, 19 de marzo de 2011

Mi Séptima Ola

Cuenta una leyenda que en el mar, en toda playa, existe un ciclo que se repite una y otra vez. Este ciclo se compone de siete olas.

Las seis primeras, son olas que nacen unas de otras, son previsibles, equilibradas. Se condicionan unas a otras, se basan unas en otras, no deparan sorpresas. Seis intentos, por más diferentes que parezcan vistos desde lejos, seis intentos y siempre el mismo destino...

Pero ¡cuidado con la séptima ola! La séptima es imprevisible. Durante mucho tiempo pasa inadvertida, participa en el monótono proceso, se adapta a sus predecesoras pero estalla.

Siempre ella, siempre la séptima. Porque es despreocupada, inocente, rebelde, barre con todo, lo cambia todo y después todo es distinto. ¿Mejor o peor?, eso, solo pueden decirlo quienes fueron arrastrados por ella, quienes tuvieron el coraje de enfrentarla, de dejarse cautivar.