lunes, 2 de enero de 2012

Aprendí

Después de un tiempo aprendí la diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, aprendí que la compañía no significa estar cerca, sino uno con otro a pesar de la distancia y aprendí… que los besos no son contratos y los regalos no son promesas y empecé a aceptar mis derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Aprendí a construir todos mis caminos en el hoy porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes… y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo aprendí que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que planté mi propio jardín y decoré mi alma en lugar de esperar a que alguien le trajera flores. Aprendí que realmente puedo aguantar, que soy realmente fuerte, que realmente valgo y que aprendo y aprendo… Con el tiempo aprendí que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo comprendí que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas

Con el tiempo me di cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad irremediablemente acabarás no deseando volver a verla. Con el tiempo entendí que los verdaderos amigos son contados y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el tiempo aprendí que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste durante toda la vida. Con el tiempo aprendí que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo me di cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo me di cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados. Con el tiempo comprendí que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo me di cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro sino el momento que estaba viviendo justo en ese instante.

Eres mi mayor aprendizaje, la viva prueba de que los sueños sí existen y se viven en cotidianas realidades. Gracias por ser mi fuerza, porque después de aguantar tantos dolores, pudiste hacer que me enamore y hoy puedo reír con tan solo recordar.

Ahora despierto cada mañana como alguien que te ama, y me das fuerzas para correr, aunque no pueda caminar. Hoy sé que puedo abrigar tus ilusiones, hacer mías tus pasiones y amarte para luego amarte mas.

Aprendí que todo lo pasado fue para que en el presente pueda amarte más.